El autoamor

0:00

En una reflexión personal resulta triste darse cuenta de la poca disponibilidad que tenemos cuando estamos enfocados en el ego.

Bien dicen que es imposible dar lo que no se tiene y es muy poco probable que podamos dar y recibir a manos llenas cuando nuestras carencias internas son tan hondas.

Uno abraza cuando se siente abrazado, comprende cuando se siente comprendido, escucha cuando se siente escuchado, ama cuando se siente amado, pero cuando esto no sucede, es muy difícil que podamos dar.
Pero, ¿por quién es que nos queremos sentir abrazados, escuchados y amados? Por nosotros mismos.
Desde muy pequeños aprendimos a recibir desde afuera: de nuestros padres, de nuestra familia y después de nuestros amigos y pareja, pero poco es que aprendimos a obtenerlo desde dentro, es decir, a partir de nosotros.

¿Qué sucede cuando lo que amamos deja de estar? Sentimos que se pierde la fuente de todo lo que emocionalmente nos alimenta, entonces nos sentimos vacíos y consecuentemente es imposible dar, pues quién puede ofrecer algo, si siente que no lo tiene.

La apatía y el egocentrismo tienen sus raíces en el poco amor que nos ofrecemos a sí mismos. Si no nos amamos estamos 100% indisponibles para el mundo, siempre estamos complicados en un enredo de confusión tratando de dilucidar quiénes somos.

Entonces nos sometemos a relaciones de codependencia donde no importa la condición, necesitamos una situación o una persona que aparentemente llene este vacío.

Nos volvemos egoístas para sólo ver por nuestra supervivencia, envidiamos lo de otros, nos aislamos en un rincón de victimización, y nos convertimos en monstruos devoradores de tiempo, energía, espacio, atención, reconocimiento, validación y miles de cosas más de los demás, en pequeñas o grandes escalas, con desconocidos en la calle reclamando atención, ordenando, demandando; o con los seres más cercanos pidiendo a diestra y siniestra que nos den y paralelamente estando por completo ausentes para ellos.

Por eso es que dejamos de cuidarnos unos a otros, de cuidar nuestra comunidad, de vivir en el amor. Pero debemos empezar por el principio: nosotros mismos. Amarnos sin ninguna condición para entonces poder amar de verdad.

Tambien podria interesarte

0 comentarios

Popular Posts