Dile Adios A Jesús De Mi Parte

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Cada mes el grupo de jóvenes de la iglesia River Road visitaban el asilo local de ancianos en Holcomb Manor, para hacer los servicios de la iglesia para la gente que se quedaba ahí. Daryl Jenkins, un joven del grupo de voluntarios exalchólico y reacio, no le gustaban los asilos de ancianos y había evitado los servicios. Pero por una epidemia de gripa, a Daryl se le pidió unirse a un grupo de agotados patrocinadores para ayudarles con el servicio del siguiente mes. Accedió mientras no tuviera que ser parte del programa.

El día del servicio, Daryl se sintió raro y fuera de lugar. Mientras el servicio tomaba lugar, Daryl se recargó en la pared de atrás, entre dos residentes que se encontraban en sillas de ruedas. En cuanto terminó el servicio y Daryl pensaba cómo tomar la salida más rápida, alguien lo tomó de la mano. Desconcertado, Daryl bajó la mirada y vio a un anciano en una silla de ruedas sosteniendo su mano fuertemente. Este hombre era muy anciano, frágil y obviamente muy solo. ¿Qué más podía hacer Daryl? También tomó la mano del anciano. Oliver Leak era su nombre, de 91 años, con el esqueleto doblado y chueco, su cara cubierta de arrugas profundas, su boca abierta casi todo el tiempo. La cara de Oliver no tenía expresión alguna y Daryl dudaba si este hombre podía ver y oir algo.

Conforme la gente se iba, Daryl se dió cuenta que no quería dejar a este anciano—lo habían dejado muchas veces durante su larga vida. Confundido por sus sentimientos, Daryl se inclinó hacia Oliver y le susurró, "lo…. Siento… este… me tengo que ir, pero regresaré, se lo prometo" Sin más advertencias el señor Leak respondió apretando la mano de Daryl y después lo soltó. Los ojos de Daryl se llenaron de lágrimas,y tomó sus cosas y comenzó a alejarse. Inexplicablemente, Daryl se escuchó a sí mismo decirle al anciano, "Lo amo". (¿De dónde salió eso? ¿Qué me pasa?).

Daryl regresó el siguiente mes.. y el que siguió. La rutina era la misma: Daryl se paraba en la parte de atrás, el señor Leak tomaba su mano y Daryl le decía que se tenía que ir, el señor Leak le apretaba la mano y Daryl le decía suavemente, "Lo amo señor Leak." (Se había aprendido su nombre claro está.) Pronto Daryl se encontró esperando impacientemente cada semana para ir a visitar a su viejo amigo.

En la sexta visita Daryl pudo observar que algo andaba mal. El señor Leak no estaba en el servicio. A Daryl no le preocupó primero porque frecuentemente le tomaba a las enfermeras mucho tiempo para traer a todos los que estaban en las sillas de ruedas. Pero conforme fue pasando el servicio, Daryl estaba alarmado. Fue con la jefa de enfermeras, "hm, perdone pero no veo al señor Leak aquí el día de hoy. ¿Está bien?" La enfermera le pidió a Daryl que la siguiera, lo guió al cuarto 27 donde Oliver estaba acostado con sus ojos cerrados y su respiración dispareja. A sus 40 años de edad Daryl no había visto a nadie morir, pero sabía que Oliver estaba cercano a la muerte. Lentamente se acercó al lado de su cama y tomó su mano. Oliver no respondía, y no tomó mucho tiempo para que las lágrimas de Daryl comenzaran a rodar. Nunca habían hablado, y Daryl sabía que no vería a Oliver vivo de nuevo. Quería decirle tantas cosas pero las palabras no le salían. Estuvieron juntos cerca de una hora cuando el director de jóvenes interrumpio a Daryl gentilmente para decirle que ya se tenían que ir.

Daryl se paró para irse y apretó la mano del señor Leak por última vez. "Lo siento Oliver, me tengo que ir, lo amo." Antes de reitrar su mano sintió el apretón. Las lágrimas ahora eran inagotables. Daryl caminó hacia la puerta tratando de recobrar la compostura.

Una mujer joven estaba parada en la puerta y Daryl casi se tropieza con ella. "lo siento," le dijo, "no la vi."

"Está bien, estaba esperandote," le dijo ella, "Soy la nieta de Oliver. Se está muriendo ¿sabes?"

"Si, lo sé."

"Te quería conocer," continúo ella, "cuando los doctores dijeron que él se estaba muriendo, vine inmediatamente. Eramos muy cercanos. Me dijeron que no podía hablar pero siempre me habló a mí. No mucho, pero sabía lo que él estaba diciendo. Anoche se despertó. Sus ojos estaban alertas y brillantes. Me miró a los ojos y me dijo, "Porfavor dile adiós a Jesús de mi parte." Yo le susurré, ´abuelo, no necesito decirle adiós a Jesús, estarás con El pronto, y le puedes decir hola´. El batalló para abrir de nuevo sus ojos, pero esta vez su cara resplandecía con una sonrisa traviesa que sólo me daba a mí, y me dijo tan claramente como te estoy hablando ahora a tí, ´yo sé, pero Jesús viene a verme cada mes, y probablemente no sepa que ya me fui. Cerró sus ojos y no ha vuelto a hablar desde entonces."

"Le dije a la enfermera lo que él había dicho y ella me dijo que tu venías cada mes, y tomabas su mano. Quería agradecerte por él, por mí y … bueno… jamás imaginé a Jesús pelón y medio gordito como lo eres tú, pero imagino que Jesús está muy contento de que lo hayan confundido contigo. Yo sé que Oliver lo está. Muchas gracias." Se acercó y le dio un beso a Daryl en la frente. Oliver Leak murió pacificamente la mañana siguiente.

Que Dios nos de más voluntarios como Daryl Jenkins.

Reimpreso con permiso del libro de Mike Yaconelli, Messy Spirituality: God´s Annoying Love for Imperfect People, (Espiritualidad Desordenada: El Fastidioso Amor de Dios por Gente Imperfecta)por Mike Yaconelli

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